Nacimiento del Río Mundo, Aventura Castellano-Manchega

Nacimiento del Río Mundo,

Aventura Castellano-Manchega

 

by Aventuramenuda

 

Preámbulo

 

        Aprovechando el puente de la Constitución, Diciembre 2006, buscamos lugares no demasiado lejanos a nuestro domicilio habitual.

         Así dimos con el nacimiento del Río Mundo, situado en la localidad Albaceteña de Riopar. Con el destino principal decidido, lo complementaremos con la visita a Alcalá del Júcar, el Toboso y Campo de Criptana.

            Para esta Aventura contamos con la compañía de nuestros amigos de Azuqueca, Charo, Carlos y sus tres retoños. Quiero agradecerles el que quisieran compartir con nosotros estos días.

 

La Ruta

 

.-1º Día          

            Salimos tarde, pero a la vez pronto, me explico: Un cambio en el horario laboral, propicio el que pudiéramos salir antes, a última hora de la tarde, pero un día antes de lo que inicialmente teníamos previsto y hablado con nuestros amigos Charo y Carlos.

            Tomamos rumbo a la N-IV, el tráfico es muy fluido y poco a poco se suceden los kilómetros casi sin darnos cuenta. Pasamos por Puerto lapice, una de las áreas que alguna vez hemos utilizado para pernoctar, pero como estamos frescos decidimos continuar la ruta.

            Llegamos hasta la población de La Solana (Ciudad Real), damos unas vueltas y encontramos una zona de casas bajas que parece puede ser tranquila, aparcamos y nos disponemos a cenar. Durante la cena nos damos cuenta de que no es una zona tan tranquila como a simple vista parecía, un continuo ir y venir de vehículos y jóvenes andando, presagian que la noche puede ser movidita en este punto. Como no nos gusta, recogemos y emprendemos de nuevo ruta en dirección a Ruidera.

             Al llegar al pueblo, un par de vueltas y localizamos una calle lo suficientemente ancha para no estorbar que parece ser tranquila. Aparcamos, ponemos oscurecedores y nos disponemos a pasar la noche. (N 38.9794623   W 2.8822127)

 

.-2º Día

            La noche ha sido muy tranquila y fresquita, el termómetro ha bajado hasta los 2º C, se nota que ya estamos a las puertas del invierno. Desayunamos y tomamos rumbo a la cercana población de Ossa de Montiel, donde pretendemos buscar una tahona tradicional y comprar pan y algún dulce típico de la zona.

            A nuestra llegada a la población, todavía no se percibe actividad por las calles, la temperatura es baja y parece que los lugareños se encuentren todavía en la cama. Localizamos a una Panadera que, a toque de claxon, a bordo de una pequeña furgoneta, consigue que los vecinos salgan a su encuentro para venderles a “domicilio” el pan y los dulces con los que desayunar.

            Compramos pan y unos bollos que una amable señora nos recomendó y que estaban deliciosos, desconocemos el nombre de estos pero seguro que son muy típicos del lugar, porque prácticamente todas las personas que se acercaban para comprar el pan también compraban algunos de estos bollos.

            Cumplido nuestros dos objetivos para con este pueblo.

Tomamos rumbo a las lagunas de Ruidera. A la salida de la población nos encontramos con una fábrica de quesos. Anuncian que tienen despacho de venta al público y sin pensarlo dos veces allí que nos dirigimos. Nos recomiendan un queso semicurado, de elaboración propia, del que compramos un buen trozo. Para nosotros el turismo no solo es cultural, también es gastronómico.

            Continuamos camino y llegamos a la cercana cueva de Montesinos. Escenario de varias escenas del más celebre de nuestros Caballeros andantes, Don Quijote de la Mancha. Aunque ya la conocíamos con anterioridad, nuestro pequeño no la recordaba y le hacía especial ilusión. Resultó ser una visita muy especial, puesto que la pudimos hacer en completa soledad, disfrutando el silencio de este bello paraje y como decían los chavales, parecía que en cualquier momento fuera a salir de un rincón el hidalgo caballero. Empieza la afluencia masiva de visitantes y el lugar empieza a perder su encanto.

            La mañana esta gris, llovizna y la temperatura exterior sigue siendo baja, nos dirigimos a la Auto a tomar un tentempié y damos buena cuenta del queso que habíamos comprado. Repuestas las fuerzas, nos desplazamos hasta las lagunas. Aunque este otoño las precipitaciones de agua han sido abundantes, es evidente que no han sido suficientes para devolver el esplendor que antaño tenía este enclave. Confiemos que, poco a poco, las lagunas vuelvan a recuperarse. Pasamos el resto de la mañana paseando por la zona. Después de comer tomamos rumbo a nuestro siguiente punto del rutométro, Riopar.

            Llegamos a media tarde y todavía con luz, nos dirigimos directamente a la zona del nacimiento del río Mundo, para ver las posibilidades de poder pernoctar por allí. La entrada al aparcamiento está regulada y controlada. Una señal en el mismo acceso nos indica que no está permitida la pernocta en el aparcamiento del nacimiento. Preguntamos al vigilante por la posibilidad de pernoctar en el aparcamiento del puerto del Arenal, distante a tan solo unos mil quinientos metros, y aunque nos dice que no hay prohibición expresa, nos indica que con la reciente declaración de Parque Natural del Calar del Río Mundo y de la Sima, puede que la interpretación de los forestales sea otra y que al final podamos llegar a tener problemas con ellos. Nos indica, muy amablemente, que para mayor tranquilidad nos desplacemos hasta el pueblo, donde no nos pondrán ningún tipo de objeciones y donde podremos elegir libremente el emplazamiento. Decidimos seguir los consejos dados y nos desplazamos hasta el pueblo. Rápidamente localizamos una zona residencial que apunta a ser muy tranquila, aparcamos en una calle donde no molestásemos y nos quedamos en espera de que llegaran nuestros amigos Charo y Carlos. (N 38.50001   W 2.41436)

 

.-3º Día

            Hemos tenido una noche tranquila, sin parar de llover y con rachas de viento muy fuerte, que en algunos momentos incluso hacía tambalearse la auto. Sigue lloviendo y no tiene pinta de quererlo dejar, nos planteamos si subir hasta el nacimiento o posponerlo hasta el día siguiente. Al final decidimos subir y ver cómo evoluciona la mañana.

            Llegamos al aparcamiento del nacimiento y apenas hay media docena de "valientes" como nosotros. Arrecia la lluvia, todo el aparcamiento aparece como un gran chapatal donde da la senciación de que quedaremos clavados sin posibilidad de salir de alli. Decidimos esperar en nuestras respectivas autos hasta ver si escampa o por si empeorara la situación salir antes de quedar atrapados en el barro.


        En media hora la situación empieza a cambiar, cesa la lluvia y la mayoría de los charcos empiezan a desaparecer rápidamente, nos planteamos hacer la visita antes de que pueda volver la lluvia.

            La zona nos sorprende rápidamente, la delicada luz que nos acompaña, tamizada por la suave lluvia del romper del agua contra las rocas, nos descubre una imagen espectacular del gran salto de agua de más de cien metros. El día comienza a mejorar, un tímido sol vislumbra en el horizonte y disfrutamos del enclave que, todavía a estas horas y gracias a la lluvia, cuenta con muy pocos visitantes. Con el mediodía damos por terminada la visita y nos dirigimos hasta Riopar Viejo.

            Riopar Viejo, es en realidad el auténtico Riopar, este se fue abandonado paulatinamente a partir de 1.772 por la creación de la primera fábrica de bronce del país. En la actualidad con apenas una docena de casas, perfectamente rehabilitadas, es un pequeño núcleo dedicado al turismo rural, pero que, gracias a la recuperación de sus casas, el castillo árabe y su Iglesia gótica del Espíritu Santo encierra un encanto especial.

         Aquí en este marco tan singular y gracias a las buenas manos de Charo, dimos buena cuenta de unas estupendas Fabes, a las que ayudamos a digerir regándolas con sidrina. Una larga y agradable sobremesa, algo imprescindible después de compartir tan ricas viandas, nos lleva a plantearnos el siguiente punto del rutómetro, Alcalá del Júcar.

        Durante el trayecto hemos vuelto a sufrir vientos fuertes y lluvias esprádicas,  lo cual ha penalizado bastante nuestra velocidad y ha provocado el que lleguemos una vez oscurecido. Me hubiera gustado llegar con la luz del atardecer, para tomar algunas instantánes,pero no ha podido ser, en otra ocasión será. Para compensar el retraso sufrido, el pueblo nos recibe con una de sus mejores imágenes, todo el  municipio iluminado. Una imagen de auténtica postal, que nos llena de satisfación.

       Alcalá del Júcar se encuentra enclavada dentro de un paisaje excepcional, paisaje que forma la hoz del Júcar y que hará que a todos los que la visiten por primera vez les sorprenda. Sus casas de arquitectura popular, excavadas en la montaña, se adaptan al terreno en calles estrechas y empinadas, trepando hacia el Castillo que se asoma a la hoz que forma el río a sus pies. Buscamos el aparcamiento del que teníamos referencias, se encuentra a la entrada del pueblo, y junto a otra Auto de Valencianos, nos colocamos con intención de pasar la noche. 

            Está declarado conjunto Histórico-Artístico desde de Julio de 1.982, y en 1.986 le fue concedido el tercer premio, después de la torre Eiffel y la Gran Mezquita de Estambul, a la mejor iluminación artística. Aunque la tempera exterior es bastante fría, tan solo 6º C, no podemos resistir a la tentación de recorrer sus calles bajo ese halo de misterio y sensualidad que, gracias a esa iluminación tan cuidada, envuelve a todo el municipio. Subimos por sus estrechas calles serpenteantes, encontrando rincones, callejuelas y escaleras que parecían no tener nunca fin, llevándonos hasta las puertas del castillo. Desde este punto descubrimos otra visión totalmente diferente, una visión dominante de toda la hoz y el municipio. Regresamos a las autos, saboreando en nuestras retinas cada uno de los bellos momentos que hemos disfrutado durante este frío paseo. (N 39.19154   W 1.42740)

 

.-4º Día 

                Una noche reconfortante que nos ha ayudado a recuperar las fuerzas para emprender de nuevo una nueva ascensión a este bello municipio.

                Hoy descubriremos otros Alcalá, no tan especial y bucólico como el que anoche tuvimos ocación de saborear, pero también sorprendente. El iir y venir de tanta gente le resta a nuestro entender encantoo pero es lo que tiene el que sea un municipio vivo. Nuestro propósito hoy es acceder al interior de una de las casas-cueva, más concretamente a la llamada cueva del diablo. En realidad todas las casas del pueblo son casas-cueva, una más grandes que otras, dependiendo de las necesidades de cada propietario y las ganas de excavar que se tengan.

            Llegamos a las puetas de las cuevas del Diablo y abonamos tres €uros por persona Adulta y otros tres por todos los chavales, para acceder a su interior. Un largo y estrecho pasillo de unos doscientos metros de largo excavado en la roca nos hacen llegar hasta una gran sala al otro lado de la montaña, a través de unos grandes ventanales, podemos contemplar el cortado de más de 50 metros de altura sobre la hoz del Júcar. Una decoración, bastante cargada, de objetos de antaño, unos más que otros, nos sirven como ayuda para explicar con detalle, a los chavales, su utilidad en el pasado. 

            Continuamos camino por el interior de esta casa-cueva y ascendemos por unas escaleras interiores que parecen no tener fin, salimos a otra terraza y a través de otro túnel, más largo que el anterior, llegamos de nuevo a la calle. Hemos salido cuatro calles más arriba de por donde entramos y todo por el interior de la montaña. Estamos tan a gusto en este pueblo que las horas pasan casi sin darnos cuenta. Comemos tranquilamente en nuestros emplazamientos y después de una relajada sobremesa decidimos emprender de nuevo ruta. Ponemos rumbo a Campo de Criptana. 

           Llegamos a media tarde y subimos directamente hasta el aparcamiento de la sierra de los molinos, queremos pernoctar allí mismo con estas vistas tan espectaculares. Las temperaturas bajan drásticamente y comienza a soplar un intenso viento, decidimos que después de cenar nos moveremos en busca de otro lugar más resguardado donde pasar la noche. Como los chavales, cinco, hasta ahora se han portado bastante mejor de lo que cabría esperar, decidimos que les vamos a dar una pequeña sorpresa y los llevamos a cenar a un Burger, de este modo podemos compartir mesa los nueve a la vez. Ellos disfrutan de lo lindo y nosotros tenemos oportunidad de tener una sobremesa larga intensa y muy gratificante. Nos vamos a descansar a una zona más resguarda dentro del pueblo. (N 39.39754   W 3.13017)

 

.-5º Día

            La pasada noche hemos tenido las temperaturas más bajas de estos últimos días, llegamos a 1º C y como la ley de Murphy no falla, a mitad de la noche me tocó salir a cambiar la bombona del gas. 

            Nos desplazamos de nuevo hasta la sierra de los molinos para visitarlos. Hoy el aparcamiento se encuentra lleno de autocaresde turistas jaoneses, los cuales desfila en perfecto orden y con bastante celeridad hasta la entrada a los molinos visitables       

           Me sorprende su peculiar manera de hacer las visitas, llegan, entran, hacen fotos a millares y salen corriendo al siguiente punto. También en las tiendas de Souvenirs son únicos, llegan y automáticamente cogen un artículo y lo abonan. Es como si ya supieran de ante mano lo que hay que comprar en cada punto, resulta muy curioso. Tras nuestra visita a los molinos y la casa-cueva, esta última menos espectacular que la que vimos en Alcalá, decidimos emprender la ruta de regreso a casa. Es el final de un largo puente y no queremos arriesgarnos a encontrar retenciones de entrada a nuestra ciudad.

            La peor de las sospechas se cumple nada más incorporarnos a la Nacional, sufrimos unos kilómetros de rentencones que no presagian nada bueno. Decidimos parar a comer tranquilos en un área de carretera y luego decidir si buscamos rutas allternativas. Comida tranquila y como va siendo habitual gratificante sobremesa entre amigos, aunque con el amargo sabor del saber que estamos agotando nuestros últimos minutos en común.

            Comprobamos, con sorpresa, que la carretera comienza a fluir normalmente y sin más dilación decidimos reemprender el regreso a casa. El resto del viaje transcurrió tranquilo, sin retenciones y aprovechando para volver a recordar esos momentos especiales que hemos tenido oportunidad de vivir junto esta Familia de Amigos.

 

Aventuramenuda, Diciembre 2006

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