Las Médulas, una escapada de Oro
by Aventuramenuda
A las puertas de un pequeño puente, agosto 2004, y sin tener ningún destino previsto donde ir, decidimos cargar la auto con lo imprescindible y salir en dirección a cualquier sitio.
.-1º Día
Comienza la ruta y nos planteamos los posibles destinos. Entre varias propuestas, al nombrar “Las Médulas” esta sonó de una forma especial y sin dudarlo más, pusimos rumbo a León.
Viajábamos un poco a ciegas, no teníamos nada preparado, sin información de la zona a visitar, ni de donde dormiremos las próximas noches, ya lo iremos solventando sobre la marcha, cuando lleguemos a nuestro destino.
A última hora de la tarde, cuando los rayos de Sol bañaban de un tono rojizo las agujas de las Médulas, llegábamos a este bonito rincón del Bierzo.
Según nos aproximamos a la población, justo antes de entrar en ella, nos encontramos con el parking Municipal. Aunque no se trata propiamente de un área de servicios y pernocta, el emplazamiento parece que cumple perfectamente con nuestras necesidades, desde él se disfrutan de unas vistas magnificas de toda la comarca y lo más importante: a pie de sendero para visitar las propias Médulas, por lo tanto, sin pensarlo más decidimos que nos quedamos.
No tuvimos ningún tipo de problema para pernoctar, en un principio estuvimos solos y según fue cayendo la tarde llegaron dos Autocaravanas más y una camper. Noche relajada y tranquila. (N42.46149 W6.76741)
.-2º Día
Comienza un nuevo día, aprovechando que nos encontrábamos a pie de sendero, nos calzamos nuestras botas para adentrarnos en el corazón de las Médulas la explotación aurífera más importante de la península en época romana, declaradas por la UNESCO en 1.997 Patrimonio de la Humanidad.
Disfrutamos de unas dos horas de absoluta soledad entre castaños centenarios, silencios que solo nosotros rompíamos, todo bajo el sol que teñía de un rojo intenso las agujas que conforman este paisaje tan singular.
Esta parte de la visita fue sin lugar a dudas la más entrañable, donde observábamos con gran atención cada rincón de este paraje e intentando hacernos una pequeña idea del trabajo que tuvieron que desempeñar, durante dos siglos, los pobladores del Bierzo y que, gracias a la espectacular ingeniería romana desarrollada, fueron capaces de “comerse” el monte.
Culminó nuestra visita a este entorno de cuentos, ascendiendo por un pequeño camino que nos llevaría hasta el mirador de Orellán. Una ascensión un poco dura por un sendero de piedras que, para el que no quiera o pueda, tiene como opción un acceso para subir con nuestro vehículo.
Cuando los caminos empezaban a ser intransitables de gente, el grueso de visitas del día ya se encontraba en la zona, tomamos rumbo de regreso al parking a nuestra casita. Una tonificante ducha, seguida de una suculenta comida y complementada con una restablecedora siesta, nos llevó hasta la media tarde.
El ir y venir de vehículos y de gente no cesaba, nosotros ya teníamos todo visto y nos apetecía continuar camino para descubrir otro rincón del Bierzo, nos dirigimos a Ponferrada.
Son pocos los kilómetros que separan Las Médulas de la ciudad de Ponferrada, por lo que no tuvimos tiempo de calentar nuestro asiento. Damos una pequeña vuelta por la ciudad con nuestro vehículo, para orientarnos, y nos dirigimos hasta el área de autocaravanas, que se encuentra junto al albergue de peregrinos.
Nos encaminamos a descubrir la ciudad y nos acercamos a la Oficina de Turismo. La encontramos junto al castillo Templario, nos dan amplia información de la ciudad, sus museos y nos ofrecen información adicional de toda la zona. Les hago participes de mi modo de hacer turismo y de las facilidades que hemos encontrado para llegar hasta allí, muy amablemente se interesa y me toma los datos para hacerlo constar en el parte diario que le pasan a la concejalía. Creemos que non estos pequeños gestos, poco a poco haremos que se nos tenga en consideración como un sector que genera beneficios.
En la oficina nos ofrecieron un forfait de visita guiada, cuatro €uros/persona, que comprendía la visita con guía al Castillo Templario, el museo de la Radio Luis del Olmo y el museo del Bierzo. Sacamos los pases sin pensarlo ya que al tratarse de una visita guiada nos parecía más atractiva, luego descubrimos que además te ahorras bastante más pasta que si pagas cada entrada por separado.
Comenzamos la visita por el Castillo Templario, gracias al entusiasmo de la guía que nos tocó, ese montón de ruinas se convertían a través de sus palabras en un precioso entorno Medieval, donde no costaba imaginarse todo lo que allí tuvo que acontecer.
Desde aquí nos dirigimos al museo de la Radio Luis del Olmo. Un museo muy especial para todos los que somos aficionados a la Radio. Un viaje por nuestra historia radiofónica a través de numerosas audiciones que se han recopilado de los archivos de las grandes cadenas de radio. Se completa con una extensa colección de aparatos de radio de todas las épocas, más de 200, es difícil no encontrar alguna que nos resulte familiar.
Después nos dirigimos hasta el museo del Bierzo. Un museo donde podremos contemplar todos los hallazgos arqueológicos encontrados en la zona y que hasta su creación se encontraban dispersos por distintos puntos de nuestra geografía. Es aconsejable tomarnos nuestro tiempo y ampliar la visita por nuestra cuenta una vez que terminemos con el guía.
Completada nuestra visita y antes de retirarnos a nuestra casita, nos acercamos a tapear por algunos de los locales anexos y así dar por concluida nuestra visita a esta bonita ciudad. (N42.54389 W6.58667)
.-3º Día
Noche tranquila, desayunamos y emprendemos camino a nuestro nuevo destino, Astorga.
La distancia entre ambas ciudades es de apenas unos 65 Km. Nos encaminamos al área de pernocta de Astorga. Esta se encuentra junto a la plaza de Toros y el centro de atención del 112, es una zona muy tranquila, siempre y cuando no coincidamos con algún festejo taurino claro. Aprovechamos la buena disposición de las instalaciones para vaciar y llenar depósitos. (N42.45156 W6.06583)
Con todos los deberes hechos, nos dirigimos a descubrir la capital de la Maragatería. Nos desplazamos con nuestro vehículo dirección al centro de la ciudad hasta el parking que se encuentra frente a la estación de autobuses y colindante a un gran parque.
En un pequeño paseo nos dirigimos hasta el palacio episcopal, obra de Gaudí, adyacente se encuentra la catedral, la edificación data de 1.471 asentada sobre otra de arquitectura románica.
En la misma plaza encontramos también la oficina Municipal de Turismo, en ella nos ofrecieron amplia información para visitar los distintos monumentos de la ciudad.
Uno de ellos es el Museo del chocolate, un €uro/persona. Un singular museo donde a través de las distintas maquinarias y utensilios que se utilizaban en la época, nos enseña la importancia que llego tener esta industria en la ciudad, unas cuarenta fabricas, siendo pioneros mundiales tanto en la elaboración como en el desarrollo de maquinaria especifica para su procesamiento. Complementamos la visita con la compra de las famosas mantecadas de Astorga, riquísimas y chocolate puro en un 95%, sin palabras.
Una vez concluida la visita, algo más de dos horas, nos dirigimos de nuevo al área de Autocaravanas para comer bajo la sombra de unos de sus árboles. Después de la siesta de rigor, pusimos rumbo desconocido emprendiendo el regreso tranquilamente.
Fuimos “tragando” kilómetros sin darnos cuenta y recordamos un bonito pueblo que visitamos, unos años atrás, junto a varios Amigos, Urueña la ciudad del Libro. Tomamos la salida 211 de la A-6 y a pocos kilómetros llegamos a este amurallado pueblo con un encanto especial. Se encuentra totalmente amurallado y esta se conserva en optimas condiciones, hasta podemos pasear por ella de forma libre.
Aparcamos junto a la puerta de la Muralla, en una zona de aparcamiento que nos hubiera servido perfectamente para pasar una tranquila noche, pero que en esta ocasión no utilizaríamos más que para permanecer en ella un par de horas, lo justo para pasear tranquilamente y disfrutar recordando nuestra anterior visita. (N41.72665 W5.20147)
Habíamos oído hablar del parque temático del Mudéjar, en Olmedo y aunque era tarde para su visita, pensamos en buscar algún lugar por la zona donde pernoctar y por la mañana realizar la visita tranquilamente.
Pocos kilómetros antes de llegar, por la N-601, antes de entrar en el pueblo, tomamos el desvío a la derecha y nos encontramos con una replica de muralla Mudéjar que nos indica la entrada al aparcamiento. La sorpresa fue mayúscula al comprobar que este parque dispone de una zona exclusiva como área para autocaravanas, aparcamiento; agua y evacuación de aguas grises y negras. Se encuentra muy próxima a la carretera, por lo que el ruido que genera el tráfico, puede llegar a molestar por la noche. Nosotros no tuvimos excesivas molestias, a partir de las 12 de la noche el trafico se redujo considerablemente y fue disminuyendo a lo largo de la noche, me imagino que no todos los días será igual. Por lo demás es muy cómoda para la visita al parque e incluso para visitar el mismo pueblo. (N41.29149 W4.68480)
.- 4º Día
Noche relativamente tranquila y después del desayuno visita al parque. Este reúne en su interior una serie de réplicas de monumentos de arte Mudéjar a escala, que a los chavales les encanta. Todo a su tamaño, incluso en la réplica del castillo de Coca pueden acceder a su interior.
A media mañana dimos por terminada nuestra visita y tomamos rumbo a casa. Una pequeña parara para comer y a primera hora de la tarde, sin retenciones ni atascos, llegamos a casa con la satisfacción de haber disfrutado de un largo fin de semana que sin haberlo planeado nos salió redondo.
Aventuramenuda, agosto, 2004
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